¿Para qué sirve la orientación vocacional?

Tus dudas sobre la orientación empiezan a resolverse con un proceso de investigación: aprender a conocerse, conocer su futuro entorno, los posibles riesgos y descubrir cuál es tu vocación.

¿Qué quieres hacer después? Esa pregunta, tus padres, tus amigos, tus profesores te la han hecho al menos una docena de veces. Pero entonces, ¿cómo saberlo? ¿Cómo puedo imaginarme de adulto si ahora tengo 15, 17, 18 años? 

¿Cómo saber lo que me permitiría desarrollarme, hacer lo que me gusta y me gustaría, al mismo tiempo que descubrir y descubrirme? Empiezo mi vida y me preguntan ya qué quiero hacer el resto de mi vida. ¿Cómo voy a saberlo?

Primero, hay que plantear las preguntas correctas y tomar el tiempo para crear un proyecto real, que se mantenga, que sea factible, pero sobre todo que se adapte a ti. Un proyecto, un sueño, una vocación. 

¿Qué es la vocación? 

La vocación es un interés, una llamada interior espontánea que te atrae hacia una determinada profesión o sector con el fin de desarrollarte dentro de un ámbito concreto. Un trabajo, actividades que te apasionan. Entonces, ¿cómo descubrir esta vocación? ¿Cómo descubrir cosas sobre uno mismo y sus deseos? Pero sobre todo, ¿cómo tomar las decisiones correctas?

Hay que saber que la vida puede recorrer diferentes caminos. Para conseguir un objetivo, puedes pasar por diferentes estudios que se adapten mejor a ti, que se adapten a tu entorno, a tu ubicación. Existen diferentes formas de llegar a una profesión, diferentes caminos propios de cada uno. 

Podemos encontrar varios tipos de formación: que sea más teórica o más práctica, profesional o general, en el extranjero o en tu país, en universidades públicas o privadas, etc. Según las preferencias, las aptitudes y los criterios de cada alumno. Los estudios no se basan en los resultados, ni el dinero, o no solamente. Lo importante es ver más allá, y analizar si hay una posibilidad de éxito y felicidad con la carrera.

¿Qué es la orientación? 

La orientación es un proceso a la vez individual y familiar que requiere un trabajo avanzado y una cierta metodología. Elegir una orientación es proyectarse dentro de 3, 5, 10 años, y poder imaginar e inventar si se puede ¿Quién quiero ser? ¿Cuál es la persona en el ámbito personal y profesional en que quiero convertirme? ¿Qué profesión quiero ejercer? Y de aquí preguntarse ¿Cómo puedo llegar a este punto y por qué camino? Al buscar estudios y elegir una carrera, cada alumno contribuye a su futuro profesional y personal. Trabajar no es únicamente una fuente de ingresos, sino una actividad que se practica la mayoría de los días de la semana. Así, es importante estar motivado, tener interés por la profesión y su entorno, y analizar lo que se puede aportar de cada personalidad y competencia. 

Las bases de la orientación son el saber estar, lo que eres, tu comportamiento frente a una situación. El saber hacer, tus competencias y habilidades. Y el saber, tus conocimientos. 

Un ejemplo muy sencillo: quieres ser maestro de escuela. Saber estar es querer a los niños, amar transmitir, compartir, porque será obligatorio en tu futuro trabajo. El saber hacer se aprende con la práctica, con la experiencia: por ejemplo, aprender a recitar, aprender a convivir en clase con reglas, etc. Y el saber se aprende durante los estudios y a lo largo de toda la vida. En este caso, amar el estudio y amar el aprendizaje. Saber es conocer la literatura, saber calcular, conocer las bases de la pedagogía. Todo se adquiere. Ser tímido no significa que no puedas considerar un trabajo de relaciones y viceversa. A través de los estudios pueden desarrollarse habilidades con el objetivo de seguir creciendo y llegar adonde quieres llegar. 

De todos modos, la formación es un proceso de descubrimiento, introspección y de transmisión de saber de uno al otro.  

Este proceso puede ser mejorado y enriquecido por profesionales de la orientación como FUTUREO. Los expertos de la orientación académica pueden así ayudar a explorar diferentes pistas y facilitar las búsquedas gracias a herramientas técnicas y citas personalizadas. De cada conversación derivan nuevas ideas y preguntas que permiten avanzar en un entorno de confianza. Este tipo de servicio refuerza las decisiones de los estudiantes en su búsqueda de orientación profesional. Pinchando aquí, FUTUREO te invita a leer los testimonios de algunos estudiantes que pasaron por los servicios que propone.

¿Cómo conocerte a ti primero?

El primer paso y el más importante para empezar a crear un proyecto, es conocerse. En efecto, para vincular lo personal, los centros de interés y lo profesional, es importante investigar tus aspiraciones. 

Conocerse es uno de los retos más difíciles y enriquecedores, y no es sólo un reto profesional, sino que es imprescindible para tu vida como persona, para tu vida cotidiana y para tu plenitud. Los esfuerzos que harás para elegir estudios, aunque parezcan lejanos, valdrán la pena. Al conocerse, crecemos y observamos nuestras actitudes frente a un entorno y una situación. Así, observamos si nos corresponde. Al elegir una universidad y unos estudios, tenemos que ver si coinciden con nuestra forma de ser y nuestra personalidad. 

Tienes que identificar lo que disfrutas, y lo que sabes hacer. La profesión tendría que adaptarse a tu estilo de vida, a tus aficiones y a tu forma de organizarte aunque a veces, sacrificarás algún ámbito de tu vida. 

También es importante el entorno en el que quieres trabajar: solo, en equipo, al aire libre, en una oficina, si te gusta hablar en grandes grupos. Si estás rodeado por grupos y te gusta moverte para conocer nueva gente, puedes tachar de tu lista los trabajos que se realizan solos, en oficinas por ejemplo. 

Sobre todo, no dudes en ser flexible y aceptar los cambios durante esta investigación. Sí, vas a evolucionar. Sí, tus gustos van a cambiar. Sí, tus expectativas van a variar. Sí, tus objetivos van a concretarse y aclararse. 

Hay muchas probabilidades de que lo que te define hoy y te apasiona, cambie con el tiempo a lo largo de tu vida.

Para ello, puedes hacer un DAFO, con el fin de poner en papel todo lo que te caracteriza y que pueda ser útil para tu futura profesión. Pero también observar cuáles son tus debilidades frente a los objetivos que te fijas. Así podrás ver lo que tienes que mejorar y ver si lo que te caracteriza corresponde a un sector determinado. Es decir, las cualidades y habilidades que se requieren de ti, lo que se espera. Entonces es más fácil observar lo que necesitas mejorar si quieres llegar a tu trabajo soñado y preparar ese trabajo de antemano.

Tomamos el mismo ejemplo: ser maestro de escuela

Las fuerzas y las oportunidades nos permiten, por una parte, relativizar nuestras debilidades, tomar conciencia de ellas y, sobre todo, progresar.

¿Cómo conocer al otro y al entorno?

Conocerse a sí mismo es algo primordial para tu vida personal y profesional, con el fin de sentirse realizado. A la hora de elegir los estudios, es importante informarse sobre la profesión, el sector, las condiciones de trabajo, etc. Hay que explorar e investigar para confrontar la idea que tienes de las actividades con la realidad.

Por eso es importante entrevistar a profesionales que ejercen esta profesión e preguntarles sobre:

• ¿Cómo han llegado a su situación a través de sus estudios, sus recorridos y los encuentros que han cambiado sus vidas?
• ¿Qué hacen todos los días? ¿Cúal es su rutina, sí poseen una?
• ¿Qué más les gusta de su profesión? ¿Y al contrario, qué no les gusta?

Conocer a diferentes profesionales para tener varios puntos de vista sobre una misma profesión es aún más interesante si se presenta la oportunidad. Creando una red de profesionales, profesores y compañeros de clase, puedes reunir testimonios y experiencias con el fin de crear tu propia opinión. 

Para esta etapa los profesionales de la orientación académica y profesional como FUTUREO pueden ayudar a encontrar información y contactos.

También es importante seguir las tendencias del entorno en el que vas a trabajar. La sociedad evoluciona y cambia con el tiempo, adaptándose a los avances tecnológicos, científicos y a mentalidades cada vez más abiertas. 

Observar la posición y el papel del sector en el que queremos participar en el mercado laboral puede ser revelador para el futuro de este ámbito. La creación de nuevas profesiones aumenta considerablemente, sobre todo porque las nuevas tecnologías forman parte de nuestra vida cotidiana. 

La pandemia nos enseñó a todos que las redes sociales, las plataformas on-line y las nuevas tecnologías son esenciales y relevantes para seguir trabajando, comunicando y informarse. Hay que adaptarse a la actualidad. 

Perseguir tu sueño conociendo los riesgos

No te limites. 

La vocación es un sueño. 

Puede ser desde pequeño o puede haber crecido con el tiempo y los encuentros. 

El trabajo y la reflexión que tienes que hacer es observar si este sueño, esta vocación es realizable y si puede transformarse en un verdadero proyecto.

Lo importante es no abandonar nunca los sueños y esforzarse para crear una oportunidad para hacerlos realidad. 

¿Has pensado alguna vez en un trabajo que podrías ejercer sin cobrar? ¿Sin contar el tiempo que pasas ahí? Tener una vocación y perseguir sus sueños, construyendo un proyecto es una suerte y la meta de cada uno. Sin embargo, el proyecto que se crea e se imagina tiene que estar en adecuación con la realidad. También hay que tener en cuenta los riesgos y analizar si el proyecto es realista o no. Y ahí es cuando intervienen los factores externos. Los medios económicos, el lugar de estudio, las capacidades y aptitudes, y la comparación entre la idea que tenemos de la profesión y la realidad. La orientación se construye a partir de un método específico, con búsquedas y cuestionamiento sobre sí mismo, su entorno y su sueño. 

 Para concluir podemos decir que la orientación es un proceso complejo y largo, que tiene que reflexionarse con antelación. Hacer frente a sí mismo, descubriendo y observando las fortalezas y debilidades de cada uno y analizar sí el perfil corresponde al sector y la profesión donde quiere llegar cada uno. 

Al conocerse, el estudiante necesita entender el ámbito profesional al que aspira, conociendo las ventajas y riesgos de cada sector. La orientación es un desarrollo necesario e imprescindible para la vida profesional futura. El cuestionamiento individual es fundamental para elegir unos estudios que correspondan a los intereses, los valores y recursos de cada uno. 

Elegir unos estudios no es una tarea fácil ni sencilla. Además del conocimiento de sí mismo y del sector que te interesa, tienen que tenerse en cuenta unos criterios en cuanto a la elección de unos estudios. 

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