La orientación académica y profesional, fuente de estrés

Según el resultado de la encuesta que hicimos desde Futureo durante el otoño de 2021 preguntando a 368 estudiantes de distintas universidades de la Comunidad de Madrid, la orientación académica es una verdadera fuente de estrés. Un 47,3 % considera esta fase como estresante y un 28,8% la considera como muy estresante

Este resultado confirma que la orientación académica es una auténtica fuente de estrés para los jóvenes.

Muchas veces será la primera elección decisiva que van a tener que tomar para su futuro y es verdad también que marca una transición de la adolescencia a la edad adulta. Debido a los importantes cambios que implica, esta etapa despierta múltiples emociones, entre ellas la ansiedad. 

Inés asiste a la clase de 2° de Bachillerato con mucha aprensión.
Desde hace varias semanas, se siente ansiosa.
Irritable con su familia, cansada, reacia a ver a sus amigos, rara vez sale.
Ha desarrollado trastornos del sueño.

Sin embargo, la joven, que siempre ha obtenido excelentes resultados en la escuela hasta ahora, es consciente de sus aptitudes. Por tanto, no son sólo sus resultados académicos o su prueba de EVAU lo que más le preocupa.

Lo que la paraliza es la orientación académica. Sin embargo, sus profesores advirtieron a la clase:
¡Es absolutamente necesario investigar sobre formación y profesiones desde el primer trimestre y estar listos para obtener la mejor nota de corte para acceder!

• Los jóvenes saben lo que implica esta elección de orientación. Saben que se están jugando su futuro a medio y largo plazo. Pero muchos tienen la impresión de no tener las claves… ¿Cómo elegir estudios cuando no tienes ni idea del trabajo que quieres desempeñar? 
• ¿Cómo proyectarse en un mundo profesional que no conoces? 
• ¿Cómo explicar a tus padres, que parecen tan seguros de lo que han elegido para ti, que a lo mejor se pueden equivocar y que no te guste la carrera que han decidido para ti? 

El estrés aquí proviene de un desequilibrio entre lo que se les espera de ellos y la percepción de sus recursos para enfrentarlo.

Esto se puede reflejar por insomnio, fatiga y cambios de humor. En otras personas, los efectos serán somáticos (dolores de estómago, migrañas, etc.).
El hecho de que se aíslen, que ya no les guste salir, demuestra que el nivel de estrés es alto y puede provocar sentimientos depresivos.

Os proponemos algunos ejemplos reales que nos hemos encontrado a lo largo de los años acompañando a jóvenes en sus procesos de orientación académica y profesional:

Para muchos jóvenes, como es el caso de Óscar, este futuro es motivo de preocupación (a veces inconsciente) porque implica muchos cambios: dejar la escuela secundaria, alejarse de los seres queridos, a veces mudarse. Pasar a otra etapa, sin duda. La página de la infancia, de la tranquilidad de una vida sin responsabilidades, de la presencia tranquilizadora de la familia. Ésta es la entrada en la edad adulta. También puede ser el final del despiste.

Cuanto más se presiona Óscar, más se imagina de forma negativa el próximo año, más se encierra en sus dudas y se siente incapaz de tomar decisiones.

Carla, por aislarse, no sabe que no es la única que alberga tales angustias. Se daría cuenta de ello confiando sus preocupaciones a sus amigos, hablando con un orientador sobre la orientación y sobre las emociones asociadas.

Compartir socialmente permite estrechar lazos y obtener apoyos para tranquilizarse, recuperar la autoestima y reducir el sentimiento de soledad que se experimenta ante esa situación. Verbalizar ayuda a reorganizar sus propias prioridades y objetivos, y a ver la situación desde un nuevo ángulo.

Pero también hay que ser consciente de que la eficacia de este compartir depende de la calidad de los vínculos forjados con quienes los rodean y su capacidad de escuchar con benevolencia. Cuanto más tranquilizadoras percibió Carla las relaciones con nosotros, mejor pudo involucrarse en las conversaciones y más beneficios psicológicos obtuvo de nuestro acompañamiento.

Carla había decidido sentarse con nosotros porque se sentía más segura que con sus padres o sus amigos.
Los asesores en orientación jugamos un papel importante al ser una figura neutral y sin ningún interés frente a la decisión que tomará el alumno.
Si la comunicación no es posible tampoco con nosotros, será necesaria la ayuda de un terapeuta, al menos inicialmente.

¿El primer paso fundamental tanto para Carla, como para Pablo, Inés u Óscar, antes de saber qué orientación académica y profesional elegir? ¡CONOCERSE BIEN!

Aquí hay algunos ejemplos de preguntas que deben hacerse primero:

• ¿Qué me gusta hacer? 
• ¿Cuáles son mis principales rasgos de carácter? 
• ¿Quiero mudarme? 
• ¿Quiero un desafío o por el contrario prefiero un ambiente sereno? 
• ¿Qué vida me gustaría después? … 

Entonces se trata de EXPLORAR: Investigar, ver vídeos, preguntar a adultos sobre sus trabajos, visitar escuelas…

Y recordar que:

• Todos tenemos derecho a equivocarnos
• ¡Ninguna opción te comprometerá de por vida!

En aras de la confidencialidad y protección de datos, se han cambiado los nombres, pero no dudamos que muchos de vosotros os vais a reconocer o vais a reconocer a vuestros hijos o amigos en una o varias de las situaciones expuestas.

Para ayudaros en todo esto, en Futureo estamos a vuestra disposición para empezar, con nuestro método único, acompañamientos profesionales en orientación académica y profesional, independientes de cualquier centro educativo y universidad.

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