FUTUREO EN LA RADIO

Después de la entrevista en RTVE de la semana pasada, hoy Radio Intereconomía ha elegido a FUTUREO como expertos en orientación académica y profesional.

Su programa “A media sesión”, presentado por Rafa Jiménez, nos ha dedicado una entrevista exclusiva de casi 14 minutos en directo, en la que hemos hablado de orientación, de carreras, de profesiones, de decisiones, de familia, de motivaciones, de ayudas, de métodos, de FUTUREO…

Aunque pueda parecer exagerado, indagando sobre el asunto, he llegado a leer que hay estudios que señalan que un 40% de las elecciones de carrera universitaria son erróneas.

Todos sabemos que es un proceso complicado en el que tenemos al protagonista, al estudiante, pero también mucho alrededor, una familia que condiciona, un mercado laboral complejo, unos estereotipos sociales y allá que se complica la elección

Y por eso hemos querido acudir a unos profesionales de la orientación y hablamos durante los próximos minutos con Rafael de Santiago, de FUTUREO, orientadores académicos.
Rafael, bienvenido, buenas tardes. Lo primero, permíteme situar la realidad en este campo.

¿Nuestros hijos cómo eligen a la hora de enfrentarse a decidir a su carrera? ¿Crees que lo hacen bien? ¿Mal en general? ¿Cómo se afronta este proceso?

En general se afronta de muchas maneras, algunos bien, otros regular y otros no tan bien. Al final, la decisión sobre qué estudiar y en qué trabajar es una decisión importante, y cualquiera podría, a priori, tomar la decisión por sus propios medios.

Pero muchas veces no somos conscientes de cuándo no tenemos esos medios para poder tomar la decisión, el ser capaces de asumirlo, el de pedir ayuda, y el de ponernos en manos de especialistas.

Actualmente está muy extendida la situación de “no sé qué hacer y tengo que tomar la decisión de forma inmediata”.

Todavía hay mucho trabajo que hacer, sobre todo a la hora de asumir la importancia de ponerse en manos de especialistas que te ayuden y que te acompañen.

¿Cuáles crees que son los errores más comunes que cometemos?

Nosotros en FUTUREO recibimos estudiantes que nos vienen con todo tipo de errores, por así decirlo, o de aspectos a mejorar, y alguno de los más extendidos es la precipitación, es decir, tomar la decisión en el último momento sin haberse anticipado en los años anteriores.

Como está en estos días muy candente el tema de la EVAU, muchas veces desgraciadamente la decisión se toma cuando se tiene la nota de la EVAU. Es bastante común.

Errores hay otros muchos, como dejarse llevar por la inercia social, o por la inercia familiar, o por el “yo qué sé”, o por lo que me ha contado un amigo, o por lo que he visto en cualquier lado.

No sé si estarás de acuerdo conmigo. A mí intuitivamente me parece que hay un error de planteamiento de partida en muchos casos.

No es lo mismo la carrera que la profesión, hay gente que tiende a elegir la carrera, pero la carrera no es más que un paso hacia una profesión, lo que te tiene que gustar es la profesión, ¿no?

Bueno, acabas de mencionar la palabra clave de todo esto.

Muchas veces nos dejamos llevar por el “qué voy a estudiar”. Y la pregunta no es ésa, la pregunta es la que has hecho tú, que es “en qué voy a trabajar” y “qué va a ser de mi vida”. Al final, estudiar va a ser un período intenso, importante, pero que durará unos años.

Efectivamente, una de las una de las herramientas que nosotros intentamos proponer en FUTUREO es el hacer reflexionar tanto al estudiante como a la familia, como un ejercicio de visión más allá, para decir: Oye, esto no es una decisión de estudios, es una decisión de vida. Hay que intentar ponerse en esa situación.

Muchos se ven perfectamente en un aula estudiando algo. Pero ¿tú te ves trabajando de eso? Y esa pregunta es la que te remueve un poco por dentro y dices, pues efectivamente, yo no he pensado en eso.

Ya, pues es que ésa es la realidad, o sea que efectivamente, uno de los errores es no ver más allá de la carrera.

Rafael, hablabas de la familia.

Los padres, ¿qué papel jugamos? ¿Somos ayuda? ¿Somos lastre? ¿Cómo nos comportamos?

Somos las dos cosas. Los padres tenemos siempre el defecto de intentar sobreproteger a nuestros hijos, pero a veces tenemos el defecto de dejarles a su aire y de no hacerles caso.

Nosotros en FUTUREO somos súper respetuosos con los valores que tenga cada familia. Si hay una familia que quiere delegar completamente y que la decisión sea autónoma del estudiante, nos parece estupendo, pero nosotros lo que proponemos es implicar a la familia en esa decisión, de forma constructiva y no de manera demasiado influyente, es decir, respetando los valores que tenga cada familia. Pero teniendo en cuenta que es la vida del estudiante.

Te digo esto porque muchas veces la decisión la toman los padres.

Claro, todos sabemos de sagas en las que todos son notarios o todos son médicos, y el niño tiene que ser médico, sí o sí. Y a lo mejor el niño quiere hacer Bellas Artes.

Sí, pero siempre que eso sea de forma consecuente. Y si al final el niño va a ser notario porque todos son notarios, que el estudiante esté de acuerdo en eso. Yo no entro ni salgo en que sea bueno o malo, pero que sea consecuente y que asuma que efectivamente quiere hacer eso por eso, y a mí me motiva y mis valores son éstos.

Y si el niño quiere sacrificar su felicidad por la saga familiar, nos parece estupendo. Ahora, si su motivación no va por ahí y resulta que es un tío brillante en Bellas Artes, entonces planteamos esa pregunta. La decisión, por supuesto queda en manos de la familia, pero sed consecuentes con lo que hacéis.

Supongo que toda esta compleja coyuntura que estamos dibujando, necesita de ayudas. Y ahí es donde surge FUTUREO, encontrando un nicho.

¿Cómo fue montar algo para ayudar a que los estudiantes atinen en su elección?

Surgió porque nosotros en FUTUREO, somos cuatro socios de orígenes bastante variados y multidisciplinares, y alguno de los socios tiene ya una amplísima experiencia dentro del sector de la educación universitaria en España. Los demás somos padres y nos hemos enfrentado en persona a esta decisión que hay que tomar, y nos dimos cuenta de que por un lado, muchísimas de las personas que tenían que tomar la decisión, los estudiantes, no sabían qué hacer.

Por otro lado, en España no había ninguna tradición de asumir esta ayuda o este acompañamiento de orientación de forma profesional y especialista. Y por otro lado, nos dimos cuenta de que había una variedad enorme de opciones para proponer a los estudiantes. Anteriormente, por no mencionar ni tu edad ni la mía, las decisiones o las opciones eran bastante más restringidas, pero es que ahora mismo hay una barbaridad de opciones de trabajos, de profesiones, de carreras, incluso de distintas vías para acceder a las distintas profesiones.

Pensamos que había una necesidad para que las familias que así lo decidieran se pusieran en manos de especialistas que pudieran ahorrarles trabajo, ahorrar tiempo, y ahorrar, en cierto modo, disgustos porque no consiguen lo que indica el porcentaje que mencionabas tú antes: un 30 o 40% de los estudiantes cambian de carrera o consideran que la carrera que han elegido al principio no es la adecuada.

Tenéis un método, explícanos cómo es.

Nosotros en FUTUREO tenemos un método que se basa en unos valores que son nuestros, tan discutibles como otros. Somos humanos, es decir, no somos una plataforma. Y tenemos otro valor súper importante, que es que somos independientes de cualquier centro educativo, es decir, que nosotros todo lo que proponemos a los estudiantes y a sus familias, es honesta y respetuosamente nuestra recomendación más adecuada, independientemente de lo que al final propongamos como centro educativo.
Y ese método se basa en lo que nosotros hemos considerado que es más importante, que es dar herramientas a los estudiantes y a las familias para que puedan tomar las decisiones. Cuantas más herramientas tengas en tu caja de herramientas y mejor sepas utilizarlas, mejor vas a poder salvar los obstáculos.

Para no aburriros mucho, nos basamos en 3 fases o en 3 herramientas.
Una sería una parte de explorar, que serían unos tests, cuestionarios y pruebas que proponemos tanto al estudiante como a la familia. Porque esto es muy importante: implicamos a la familia y que la familia se moje. Si tú aceptas este acompañamiento, pues te implicas. Estos tests son importantes porque al final el estudiante tiene una visión de sí mismo, efectivamente, pero la familia también es importante por esa visión que tiene su hijo, porque puede aportar unos puntos de vista súper importantes. En estas primeras pruebas lo que vamos a obtener son unas primeras direcciones, preferencias, capacidades o vocaciones, que aunque no sean comprometedoras de nada, pero simplemente pueden ofrecer distintas visiones, algunas incluso pueden ser semi-ocultas. Tú puedes tener una capacidad que parece que no la tenías, así latente, pero que puede abrirte una puerta para una reflexión o una exploración.

El segundo punto que proponemos es una parte de profundizar, que es muy novedoso. Nos hace muchísima ilusión poder proponer un proceso de coaching de familia. Aquí a la familia se la implica al cien por cien y hacemos un proceso de coaching de equipo, en este caso con el estudiante y la familia, que tiene por objetivo tomar la decisión de lo que va a estudiar y en qué va a trabajar el estudiante. La decisión que van a tomar ellos. Creamos un contexto de conversación, de reflexión, de ponerse de acuerdo en los objetivos, en los valores, en las motivaciones que, como te he dicho antes, no juzgamos. Con absoluto respeto, no opinamos, no decidimos, pero simplemente que sea coherente con lo que realmente es importante para ellos. Y si al final tiene que ser notario porque todos son notarios, nos parece estupendo, pero que la decisión sea consecuente.

Y la tercera herramienta que proponemos sería una herramienta realista para ponerle nombres y apellidos a toda esa decisión que han tomado. Identificar de forma precisa el centro educativo más adecuado, según la decisión que hayan tomado el estudiante y la familia. Es importante porque, como te decía, la amplitud de oferta es bestial. Y en función de cada familia, que no entramos en sus decisiones, a lo mejor a una familia le interesa más un centro público que un centro privado, por capacidad económica o por pura decisión. O que su hijo estudie en su propia ciudad o fuera, puede ser porque no me lo puedo permitir económicamente o al revés, yo lo que quiero es que salga del del cascarón de la madre. O por la famosa nota de corte, puede que con esa nota de corte no puedas estudiar en este sitio. O quiero que tenga instalaciones deportivas, pues esto lo tienes que hacer aquí. O que el idioma sea éste, o lo que sea. Una condición incluso religiosa. Yo no quiero que sea una universidad religiosa, o quiero que sí lo sea.

Rafael, igual ahora los que están eligiendo carrera van tarde ya para pedir asesoramiento. ¿Cuándo es en tu opinión el momento apropiado para que no nos pille el toro?

En España somos especialistas en la improvisación pero lo ideal es empezar con 15 y 16 años, en 4º de la ESO con este tipo de procesos de acompañamiento y de orientación.

¿Por qué? Porque puedes anticiparte no sólo a las famosas asignaturas optativas sino que puedes empezar a detectar aspectos de mejora que pueden hacerte falta más adelante, y en esa época es mucho más tranquilo y suave el avance en este sentido.

Te pongo un ejemplo: si el estudiante quiere ser bombero, se da cuenta con dos años o con un año de antelación de que no tiene la capacidad física para ser bombero. Tienes tiempo para anticiparte y decir, oye, tengo que ponerme en forma porque quiero ser bombero. O voy flojo de inglés y quiero ser controlador aéreo. Pues ponte las pilas.

Rafael, con ese mensaje nos vamos a quedar porque nos hemos quedado sin tiempo, pero hemos entendido lo importante que es planificar, lo importante que es contar con alguien que sepa.

Rafael de Santiago, de FUTUREO, orientadores académicos, ha sido un placer hablar contigo, muchas gracias.

Muchas gracias a vosotros y si me dejas un segundo, lo que lo que me gustaría transmitir desde FUTUREO es que todo el mundo tiene un talento, alguno, no todos el mismo, y que lo que es bueno para uno, no lo es para otros. Entonces, tomad las decisiones por vosotros mismos.

Buen mensaje con el que nos quedábamos. Hasta la próxima, Rafael. Nos vamos, no hay tiempo para más.