El concepto de “profesión”

El concepto de “profesión”

¿Qué quieres ser de mayor?

Todos nos enfrentamos, en algún momento de nuestra vida, a este tipo de pregunta ya sea porque alguien nos lo preguntó, o porque nosotros se lo hemos preguntado a un joven o a nuestros propios hijos.

Más allá del carácter a veces «anxiogénico» de este tipo de cuestiones, suelen ser difíciles de abordar, sobre todo cuando nuestro conocimiento de las profesiones es limitado. Este conocimiento limitado, de hecho, reduce nuestra proyección en el campo de las posibilidades profesionales.

Más que la simple elección de una profesión como apertura al mundo del trabajo, pensar la noción de profesión nos prepara no sólo para comprender qué lugar queremos ocupar en la sociedad, sino también para conocernos mejor y aprender a proyectarnos en un futuro más o menos cercano.

Por eso en Futureo decidimos empezar nuestro acompañamiento en orientación académica y profesional con una fase de exploración, de uno mismo y de ámbitos profesionales y profesiones.

La evolución del mundo del trabajo y de las tecnologías es tal que las profesiones nacen, se transforman, se adaptan y desaparecen cada vez más rápidamente. Decidir una elección de orientación hoy en día a partir de un solo nombre de “trabajo” parece muy simplista. Sin embargo, explorar el mundo del trabajo, cuestionar sus valores profesionales, su utilidad social… la «entrada» en la profesión sigue siendo esencial.

Creemos que empezar definiendo la noción de profesión puede ser útil.

Algunas precisiones sobre la historia de la noción de profesión

El concepto de profesión tiene su origen en la Edad Media con la creación de corporaciones y gremios. Dotadas de personalidad jurídica, las corporaciones establecidas tenían reglas estrictas para poder ser miembro y a cambio ofrecían una cierta cantidad de privilegios. Muy involucrados en el desarrollo de las ciudades, artesanos y comerciantes se unieron para defender sus intereses dentro de un área geográfica definida. Así sólo podían trabajar en este perímetro los miembros de esta corporación, o sólo podían vender los comerciantes pertenecientes al gremio. Los miembros de una corporación se beneficiaban de un estatus tanto social como legal, que los distinguía de los trabajadores que tenían que alquilar su fuerza de trabajo. Las corporaciones definían los contornos de las profesiones, controlaban la calidad del trabajo y el acceso a la formación.

Las corporaciones desaparecieron a final del siglo XVIII y el taylorismo transformó profundamente la organización del mundo del trabajo, pero la noción de profesión sigue e incluso vuelve a ser muy utilizada por las empresas.

Ahora mismo y después de periodos que se habían olvidado de la noción de profesión para centrarse en otras como capacidades, habilidades etc., el enfoque “profesión” sigue estando en auge dentro de las empresas y administraciones. El objetivo de identificar y describir oficios, generalmente se materializa en forma de directorio que es la fuente para presentar misiones, actividades, habilidades, condiciones de acceso o puertas de enlace con otros oficios.

Estos enfoques son a menudo parte del proceso que permite anticipar perspectivas con herramientas para la planificación de puestos de trabajo y competencias de los empleados. La intención es atribuir la calificación de profesiones a todos los puestos de trabajo que contribuyen a la organización, incluidos aquéllos que se consideran menos cualificados. Para los empleados, el término “profesión” es más significativo y gratificante que el término “trabajo” o “puesto de trabajo”. La profesión conserva una fuerte connotación positiva. Se refiere al dominio de un tecnicismo y autonomía en el trabajo. El uso de este concepto dentro de una organización también puede facilitar el reconocimiento de puestos emergentes y de los empleados menos cualificados. Ser considerado un “técnico municipal de limpieza” es más gratificante que ser llamado “basurero”.

En momentos en los que se habla continuamente de la importancia estratégica de los recursos humanos y su implicación en el trabajo, el uso del término profesión recorre así todo su significado.

 

Definición de profesión

En sus puntos 2 y 3 la RAE define así la palabra profesión Del lat. professio, -ōnis.

  • Empleo, facultad u oficio que alguien ejerce y por el que percibe una retribución.
  • Conjunto de personas que ejercen una misma profesión.

 La noción de profesión es más compleja de lo que parece a primera vista.

Para algunos expertos la noción de profesión requiere tres condiciones:

  1. la existencia de una formación específica,
  2. el reconocimiento de la profesión por parte de otros
  3. la agrupación de las personas interesadas. Nacida del encuentro de personas, la profesión surge cuando “personas de un mismo campo se juntan para negociar la definición de roles, tareas, habilidades y conocimientos que deben desarrollar los candidatos a la profesión”.

En este propósito de la profesión, se trata de establecer una especificidad en términos de actividades profesionales.

Para otros expertos el trabajo se compone de cuatro puntos distintos:

  1. el destinatario (el trabajo siempre está dirigido a alguien),
  2. la prescripción (la tarea, lo que se escribe, se muestra),
  3. la actividad (la forma en que cada uno se reapropia de la prescripción)
  4. el carácter transpersonal de la profesión (la producción de una historia que no pertenece al individuo, de la que no es el único guardián).

Con el desarrollo de los servicios en los últimos años, la noción de profesión ha tendido a volverse todavía más compleja.

Si en el ámbito industrial hablábamos más de herramientas, gestos profesionales, producto acabado…, hoy los criterios de calidad y otros procedimientos asociados a las nuevas formas de gestión impactan en la definición misma de la profesión cuya evolución está en marcha. Para que una profesión se desarrolle en la práctica, cualquier trabajador implementará varias actividades durante su trabajo.

Definición de actividad

La actividad corresponde a todas las tareas realizadas por un individuo en una situación de trabajo después de haber sido pensadas y prescritas para conseguir hacer este trabajo.

Finalmente, dependiendo del entorno y del contexto en el que se lleva a cabo, la actividad sólo será posible con la propia contribución de un individuo al trabajo. De hecho, es sólo cuando el individuo se apodera de la prescripción para convertirla en algo personal cuando podemos hablar de actividad.

La actividad es la puesta en acción de tareas cuya forma prescriptiva más o menos detallada deja más o menos espacio para el poder creativo del individuo en el trabajo.

La actividad sólo será efectiva cuando se hayan encomendado tareas específicas al trabajador. Cada actividad, para ser llevada a cabo, requerirá un cierto número de tareas.

 

Definición de tarea

Por lo tanto, la tarea corresponde a todos los objetivos previstos y procedimientos prescritos, al rendimiento requerido y al nivel de calidad subyacente, pero también al entorno físico en el que se lleva a cabo el trabajo.

A una tarea corresponden objetivos, medios y condiciones de realización: está prescrita, es un modelo de trabajo. La tarea describe la forma de realizar el trabajo y depende de la representación que su “conceptor” tenga de ella.

En Futureo sugerimos que una profesión sea considerada como tal desde el momento en que se caracterice por una fuerte estructuración del acceso al mercado de trabajo, que tenga una identidad ampliamente reivindicada y socialmente reconocida, y un saber específico bien identificado. Es así como nosotros usamos la palabra profesión dentro de nuestra actividad de acompañamiento en orientación académica y profesional.

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